Multas por exceso de velocidad y tipos de radares

 Una de las causas más comunes de accidente en carretera en nuestro país, y también motivo de las sanciones más comunes es el exceso de velocidad. Aquellos conductores que superen el límite de velocidad establecido en una carretera determinada -o tramo de la misma-, se enfrentan a una sanción económica, y en la mayoría de los casos también a la pérdida de puntos en el permiso de conducir.

Multas por exceso de velocidad

La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial se modificó en 2014 para endurecer las sanciones por exceso de velocidad, y se estableció como máximo una multa de 600 euros y la pérdida de seis puntos en el permiso de conducir si se comete una infracción muy grave. Pero esto no es todo, si el infractor es reincidente puede llegar a perder el total de puntos de su carnet de conducir.

Además, el infractor puede llegar a enfrentarse a penas de cárcel por exceso de velocidad. El artículo 379 de nuestro Código Penal, dice textualmente que «el que condujere un vehículo de motor o un ciclomotor a velocidad superior en setenta kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o a la de multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años».
Exceso de Velocidad

 

Los radares: distintos tipos y funciones

Los radares, sean del tipo que sean, tienen la función de controlar si se superan los límites de velocidad establecidos, velan por la seguridad en nuestras carreteras y contribuyen a evitar aquellos accidentes que tienen como principal causa el exceso de velocidad.

Cada vez son más numerosos y más modernos, por lo que incluyen un mayor número de funciones. A continuación, te explicamos los principales tipos de radares y cómo funcionan:

  • Radares de semáforo o «foto en rojo»: desde los semáforos se fotografía a los vehículos que pasan una vez está encendida la luz roja.
  • Radares fijos: instalados en posiciones fijas (pórticos, postes, cabinas en el arcén, etc.), controlan nuestra velocidad siempre desde el mismo punto.
  • Radares móviles: son los que llevan instalados los vehículos de la Guardia Civil y pueden “disparar” en marcha o desde una posición fija.
  • Radar de tramo: normalmente son dos y están interconectados. Se pone uno al principio del tramo que se quiere controlar y el otro al final, con una distancia de entre 3 y 6 km entre ellos. Al superar el segundo punto, se calcula la velocidad media de los vehículos en ese tramo concreto.

La situación de los radares fijos, móviles y de tramo está publicada en la web de la Dirección General de Tráfico.
Helicópteros Pegasus

Los helicópteros Pegasus son los medios más modernos con los que cuenta la DGT para vigilar la seguridad en las carreteras. Disponen de los radares y las cámaras de vídeo más avanzadas y precisas, son capaces de captar infracciones de hasta 360 km/h y son operativos incluso a 300 metros de altura y a una distancia de 1 Km. en línea recta con el vehículo controlado. Cada uno de los ocho que están operativos ahora mismo cuenta con dos cámaras, una que graba al vehículo infractor en vídeo y otra que fotografía su matrícula. Además del exceso de velocidad, los Pegasus son capaces de detectar otras infracciones como la distancia de seguridad inadecuada, la no utilización de cinturón de seguridad o de sistemas de retención infantil e incluso si un conductor está usando algún tipo de dispositivo, como un teléfono móvil.

Fuente: fundaciomapfre.org

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